lunes, 23 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!

Qué consuelo comprobar cada año por estas fechas, que un Dios ha sido capaz de hacerse Niño y nacer en un pesebre por nosotros.

Una vez más nos recuerda algo grande: que el dolor, la enfermedad, o cualquier contrariedad, no son más que pequeños despertadores que nos advierten de algo importante: que después de esta vida nos espera el cielo.

Me he propuesto para este año 2014 hacer lo imposible para que muchas otras personas lo descubran.

¡¡Feliz Navidad y próspero año nuevo a todos los que de vez en cuando "pasáis" por este blog!!


domingo, 1 de diciembre de 2013

Historia de unos zapatos (el valor de MI vida)


Cuando en 1990 me diagnosticaron esclerosis múltiple, mi primera reacción fue preguntarme por qué Dios había permitido algo así, ¿por qué yo…si desde pequeño había intentado cumplir los mandamientos, como me habían enseñado mis padres?

Lo siguiente fue compararme con el resto de mis amigos y pensar que realmente había tenido mala suerte, muy mala suerte. Cuando les veía jugar al fútbol seguía dando vueltas a esta idea, quería encontrarme como ellos y no reconocer mi situación de enfermo.

Fue precisamente en uno de estos partidos, que veía ya desde la grada, cuando me di cuenta de que no debía fijarme en las apariencias, sino valorar lo mucho que tenía y había recibido.

Hay momentos en los que, después de 23 años conviviendo con la esclerosis me pregunto: “¿Quién es esta persona que va en silla de ruedas?, ¿qué ha pasado con ese Joaquín que conocí y que estudió arquitectura técnica porque quería subirse a los andamios?

Desde luego no tiene ningún sentido intentar imaginarme cómo sería mi vida si no tuviera esclerosis múltiple, si hubiera sido más alto, o un gran deportista.

Fue entonces cuando mi amigo Toni, director, en aquel momento del Diari de Tarragona, publicó una entrevista que dio origen al libro El invitado imprevisto. Ya os lo he contado muchas veces: recuerdo que en tono de queja le comenté: “Toni, has escrito el libro como si fuera yo el que lo redactara”, a lo que él, ante mi insistencia, me respondía: “Joaquín, el libro es un género literario que se llama ensayo y el protagonista eres tú”, por lo que tuve que conformarme con sus explicaciones.

Todo esto, viene a colación del siguiente vídeo:


En el vídeo que adjunto, el niño del vídeo que aparece con las bambas rotas, envidia la vida del niño sentado en el banco. Quiere unas zapatillas como él. Se conforma con eso. Y se pregunta por qué no debería poder... Como es una fábula, lo que desea, se le convierte en realidad. Obtiene lo único que deseaba y que envidiaba de ese niño: unas zaptillas. Con lo que no contaba era lo que eso implicaba: su compañero va en una silla de ruedas e, inmediatamente, se da cuenta del valor tan grande que tienen en sus piernas, que ya ha perdido...

Me recordaba una de las primeras canciones de Serrat, que también habla del saber apreciar lo que tenemos, dando, siempre -apunto yo- gracias a Dios.