viernes, 16 de enero de 2015

Un recurso infalible

Acabamos de terminar las Navidades y mi esclerosis múltiple sigue avanzando. Puede parecer que algo así, no tenga sentido para una persona con una enfermedad incurable, progresiva y degenerativa.

Hay momentos en los que nos puede entrar el desaliento, pero es precisamente aquí cuando debo recurrir a la “gasolina” que ha movido mi vida todos estos años; es el hecho de saber que después de esta vida me espera Dios y como dice mi cuidador Lucas, yo solo debo doblar muy bien la ropa y preparar la maleta.

Con esta expresión él se refiere a que debo cogerme muy fuerte a la fe que me transmitieron mis padres y luego, con la gracia de Dios, abrazar ese cielo que tanto añoro en los momentos de dificultad.

El otro día estuve con una persona totalmente descreída que afirmaba:
“si algo así existiera, ya me lo encontraré”...
Le dije que respetaba su opinión, pero que sólo disponíamos de esta vida para alcanzar a Dios por toda una eternidad. Cuando llegue ese momento no necesitaré nunca más mi silla de ruedas, ni tendré esclerosis…

Finalmente le añadí que siempre me ha sido de mucha ayuda, especialmente en los momentos más difíciles, recurrir a la Virgen y pedirle todo lo que necesito, como hacía de pequeño con mi madre.

Mi amigo Agustín, que es de San Sebastián, me enseñó una antífona mariana, que se llama “Agur Jesusen ama” y que refleja muy bien todo lo que explico. Quería compartirla con todos los amigos del blog y animarles a que descubran lo mismo.

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