martes, 23 de agosto de 2016

¡Gracias cuidadores!


He podido leer el artículo aparecido en El Periódico con fecha 2 de agosto, bajo el título “Beneïts cuidadors” y esto ha hecho que quiera poner por escrito una vivencia personal.

Resulta que hace 25 años me diagnosticaron esclerosis múltiple, cuando entonces sólo pensaba en subirme a los andamios y dirigir obras, tal y como me habían enseñado en la carrera. En aquel momento, pensé que todo cambiaba radicalmente y que lo único que podía dar sentido a mi nueva situación era compartir la fe que recibí de mis padres con las personas más allegadas.

Sin darme cuenta iba descubriendo algo que no había imaginado nunca: con el tiempo y el trato diario, acabé sintiendo por mis cuidadores -que no eran parientes míos-, un aprecio muy especial.

Siempre tuve claro el papel de mis padres, pero viendo cómo mis cuidadores se desvivían por mí me doy cuenta que ellos hacen lo mismo que mi madre hizo en su día y por este motivo les estoy profundamente agradecido.

De todos modos estoy haciendo lo que aprendí desde niño que es rezar por todo aquello que quiero, y en este sentido, mis cuidadores y amigos poco a poco comparten lo mismo.

Soy consciente que muchas personas podrían tildarme de sentimental, ya que en los dos casos siento por ellos lo que una madre por sus hijos, aunque no lo exteriorice.

* Carta publicada en El Periódico, el 11 de agosto de 2016

miércoles, 3 de agosto de 2016

Cuando te arrolla un autobús…


En repetidas ocasiones me han preguntado amigos míos algo muy sencillo que se explica en El invitado imprevisto: ¿cómo se puede tener una dolencia y estar contento?

Aparentemente puede parecer una contradicción, sin embargo es algo que a todos nos interesa.

Desde luego hace falta unas muletas donde poder apoyarse y aquí ocupa un papel esencial una ayuda externa de envergadura, como son los sacramentos.

Por otra parte es muy conveniente buscar elementos a nuestro alcance que puedan ayudarnos en el día a día. Sin ir más lejos, después de una de esas noches interminables, tuve que tumbarme un rato y ahora quiero compartir con todos los lectores del blog lo que me programó uno de mis cuidadores, que paso a detallar por puntos:

1- Vídeo de una noche lluviosa, repleta de truenos y relámpagos:



2 - Foco SHX, que cambia de color según el sonido.

3 - Cama BJ, que realiza cambios posturales a derecha e izquierda de modo automático.

Me ha venido a la cabeza rápidamente algo que aparece en El invitado imprevisto: una cosa es tomar el autobús y otra ser arrollado por él.

Qué diferente resulta ver a una persona enferma en la cama de un hospital, que ser nosotros mismos los que nos encontrásemos en esa situación.