El "invitado" se llama esclerosis. Es imprevisto, porque no te lo esperas. Un buen día, está y ya no se va. Como si le gustara el lugar... o quisiera fastidiarte. Pero, ¿es posible ser feliz en esa situación? He aquí la experiencia de alguien que dice que sí. Es posible ser feliz en el dolor.
viernes, 19 de diciembre de 2014
El auténtico regalo de las Navidades
Desde pequeño, cuando se acercaban estas fechas navideñas, mis padres nos recordaban que iba a ocurrir algo grande: “Dios iba a nacer en el portal de Belén”.
Uno de los acontecimientos que despertaba mayor expectación entre mis hermanos era montar el belén. Nos preocupábamos de colocar todas las figuras del portal: El Niño Jesús, la Virgen, San José, los pastorcillos…
Luego me explicaron que ese mismo Dios se dejó clavar en una cruz por amor a todos los hombres.
Aparentemente puede parecer una pequeña locura: un Dios que se hace hombre, que nace en una cueva y muere en una cruz. Me he podido dar cuenta que en estos 25 años en cuanto a la salud lo estoy perdiendo todo, pero esa alegría interior de saber que después de esta vida hay otra y que para conseguirla, debo cumplir los mandamientos, realmente me da mucha tranquilidad.
En ocasiones me he encontrado con personas totalmente descreídas, que me preguntan cómo consigo estar contento a pesar de mi enfermedad. Simplemente les respondo que si quieren ser felices, a pesar de una situación como la mía, les animo a seguir el mismo camino. De esta forma les propongo: busca a ese Dios del que te hablo, luego encuéntralo y finalmente no le dejes ¡Porque es una pasada!
En ocasiones pensamos que lo material es lo que da respuesta a los deseos de felicidad del hombre. Este vídeo me ha recordado la importancia de descubrir el motivo de poder afrontar momentos adversos o difíciles.
¡Que tengáis una muy feliz Navidad y próspero año 2015!
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