miércoles, 28 de enero de 2015

De Camboya a Barcelona sin paradas…


En la primera fotografía de 2015 que ha conmocionado a las redes sociales, aparece  un nieto cogiendo en brazos a su abuela enferma. El joven añade unas palabras conmovedoras:
En el pasado tú me tenías sobre tus piernas, ahora lo hago yo, abuelita; sin vergüenza y sin temor”.
Este es un ejemplo que nace de un amor desinteresado de un nieto hacia su abuela. El amor y la entrega siempre cuestan, porque es darse sin esperar nada a cambio.

Una entrega tan desinteresada me ha recordado algo que me sucedió hace 15 años. Mi hermano Borja decidió ir a Camboya, con el fin de poder ver de primera mano lo que podría ser su futuro personal y profesional.

Como ingeniero técnico de telecomunicaciones, tenía en mente colaborar en algún proyecto, dirigido a mejorar la calidad de vida de las personas mutiladas por las minas antipersona.

Era consciente de la valía de mi hermano, quien acababa de realizar una adaptación integral de mi vivienda, con el fin de mejorar mi autonomía y calidad de vida.

Yo le insinué que le necesitaba, respetando en todo momento lo que hubiera decidido con su mujer. Él me dijo que Carlos, mi otro hermano, podría ayudarme en todo.

Poco después tuve un agravamiento serio de mi esclerosis múltiple y salió de él decirme:
está bien, ya veo que mi sueño camboyano debe estar en Barcelona contigo”.
Mi hermano y yo vimos la conveniencia de constituir una empresa especializada en autonomía y discapacidad.

Fue entonces cuando, con las iniciales de nuestros nombres, formamos BJ Adaptaciones. De modo muy tajante me puso dos condiciones:
“tú y yo nunca participaremos de beneficios, y si algún día los hubiera, se reinvertirán en la empresa, siempre a favor de las personas con discapacidad.”
Un año después, mi otro hermano Carlos decidió sumarse al equipo. He de decir que ellos tenían ya asegurado un trabajo con contrato indefinido, pero lo dejaron todo por mí y por las personas que más lo pudieran necesitar. Ese es el espíritu que se vive en BJ y desde su fundación, nunca ha prevalecido un interés comercial antes que la persona.

En la actualidad estamos implicados en este proyecto 24 trabajadores, que en todo momento hacemos lo imposible para mantener, mejorar o aumentar las capacidades funcionales de una persona, gracias al empleo de la tecnología de apoyo.

De esta manera, las prioridades de BJ son la autonomía y la calidad de vida de las personas con discapacidad.

En la punta de la pirámide del organigrama de la empresa siempre están nuestros clientes, a quienes nos debemos en todo momento.

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