El "invitado" se llama esclerosis. Es imprevisto, porque no te lo esperas. Un buen día, está y ya no se va. Como si le gustara el lugar... o quisiera fastidiarte. Pero, ¿es posible ser feliz en esa situación? He aquí la experiencia de alguien que dice que sí. Es posible ser feliz en el dolor.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Sobre «monstruos» y otras memeces
Es de hace un tiempo -del 30 de julio-, pero me lo pasaron hace poco. Me dijeron que en este artículo, la periodista Rosa Regás, trataba a las personas con malformaciones como “monstruos”, y me pareció un poco fuerte...: cruel. Y pensé que no podía estar de brazos cruzados así que, ahí va mi breve respuesta:
Sra. Regás, tengo 44 años de edad y llevo 22 enfermo. Es decir, nací sano y después me convertí en uno de esos “monstruos” de los que usted habla en su artículo. Por cierto un “monstruo” muy querido por todos mis amigos, y con la gran suerte de poder contarle a usted, querida señora, mi pequeña historia. Otros muchos no han podido, porque personas que piensan como usted no les han dejado. Le animo a que considere todo lo que escribe en su artículo... un sinfín de ¿justificaciones? (el Estado, la Iglesia, la Inquisición...) para, en definitiva, exponer sus ideas y prejuicios ante los demás. Gracias.
Fdo: Un «monstruo» que está feliz siendo quien es...
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