viernes, 25 de septiembre de 2015

¡Esto ya se pasa de la raya!

sonreír, a pesar de todo, es una buena idea ;-)
Una vez más vuelvo a estar en la cama por otra de esas interminables infecciones de orina.

Mi madre me acompaña con un portátil y dispuesta a escribir este artículo.

Nunca pensé escribir un texto en estas condiciones, pero he podido ver en el mapamundi del blog, todos los lugares del mundo que conectan con la página de El invitado imprevisto y esto ha hecho que vuelva a sacar fuerzas, pensé en nuestros lectores y me decidí a escribir estas líneas. Para colmo me cuesta hablar y apenas me oye mi madre, pero… nada, ¡a lidiar con el toro y a sacar fuerzas de lo débil!

Como se vuelve a tratar de una situación límite,  he querido recordar unas palabras que me dijo un amigo en una ocasión, viendo mi estado de salud en aquel entonces:
“Joaquín, lo que te sucede es muy sencillo de entender, Jesús quiso redimir a los hombres naciendo en una cueva y muriendo en una cruz, por lo tanto tú ahora debes corredimir con tu esclerosis, ya descubrirás cuando vayamos al cielo, el bien tan grande que ha derivado de tu dolor ofrecido con una sonrisa”.
Me tranquiliza comprobar que un dolor ofrecido a Dios puede ser de utilidad, desde luego el dolor será el mismo, pero la forma de llevarlo cambia radicalmente. Me quedo muy esperanzado al saber que de todo esto que me sucede, aunque en ocasiones me parezca insufrible, puede derivarse un bien muy grande para otras personas y que yo pueda unir mis dolores a los de Jesús.

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