Así es como se llamaba aquella película que hablaba de un padre judío que, en un campo de concentración, hace que su hijo vea la vida, no por el prisma de los nazis, sino por aquél que le mostraba él: el del amor. Se puede amar -y mucho- aún sufriendo mucho...
Así es como se llamaba esa película, y también es el título de la canción de este vídeo. De la banda sonora de la película. En este vídeo, Miguel nos enseña su colegio -Colegio Ángel de la Guarda (ASPACE)- y presentarnos sus amigos y compañeros. En este colegio, haciendo uso de la tecnología de apoyo, se pretende normalizar el contexto escolar, proporcionando los medios adecuados para que los alumnos consigan, de la forma más autónoma posible, realizar las actividades básicas y cotidianas que realizaría cualquier otro niño sin dificultad.
¿Me atreveré a juzgar la dignidad de una vida por su situación vital? Este vídeo, a mí me ha hecho reflexionar. Me he reído con la niña que disfrutaba pegando papeles en un mural y he sido un rato más feliz.
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