El "invitado" se llama esclerosis. Es imprevisto, porque no te lo esperas. Un buen día, está y ya no se va. Como si le gustara el lugar... o quisiera fastidiarte. Pero, ¿es posible ser feliz en esa situación? He aquí la experiencia de alguien que dice que sí. Es posible ser feliz en el dolor.
martes, 17 de enero de 2017
Las casualidades no existen
Al poco de hacerme del Opus Dei aprendí que era muy importante rezar por la persona e intenciones del Papa y del Padre.
Recientemente ha fallecido el Padre, e inicialmente pasé por momentos de "confusión", ya que habían sido muchas las horas y los dolores ofrecidos por él.
Lo que al principio podían parecer unos momentos de "confusión", ahora se han convertido en momentos de rezar más por el próximo Padre.
Por si esto fuera poco, ha vuelto a acurrir algo que cada vez va siendo más habitual, se trata de los "pactos chinos". Hoy han venido a verme a mi casa dos personas, una de las cuales era de origen chino. Por eso, hoy es un día histórico: he firmado mi primer "pacto chino" con un chino. Cada vez me viene más a la cabeza rezar por ese gran país.
Para colmo también ha venido a mi casa Javi y cuando le he pedido hacer la oración me saca una imagen china.
Ya se ve que las casualidades no existen y que detrás de todo hay algo más.
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